martes, 31 de agosto de 2010

Dulcemente violenta

Asi denominaba mi papá a mi mamá cuando ella le disparaba con sarcasmo y agudeza frases lapidarias para desnudarlo en sus errores y dejarlo mal parado.

Yo también ejerzo mis "dulces violencias" a diario y las disfruto internamente.
Me refiero a aquellas grandes verdades que uno quiere decir, y que por mi estilo diplomático no siempre me decido a afirmar.
Pero la "ironía inteligente", como le dice mi chico, es un arma peligrosa y latente en mi.
Son esos chistecitos, bromas, cargadas al otro, en los que uso el sentido del humor para destacar en una caricatura maliciosa las actitudes o comportamientos de cada uno.

Como soy consciente del impacto de la ironía, por eso me mido ante quienes usarla. Pero hay algunos en especial, con los que me ensaño y soy como francotiradora de ironías.

La ironía es mordaz porque paraliza al otro.

El "chistecito dedicado", deja al otro inerme, condenado a no ofenderse ni defenderse,

porque si lo hace,

uno tiene el rápido retruco "ehhhh, pero si es un chisteee, como te vas a embolar por eso, no tenes sentido del humooor".

Con mis salidas irónicas, disfruto de pelearme con vueltas y revueltas internas con aquellas personas con las que por el motivo que fuese, no-puedo-no-debo hacerlo directamente.

Por supuesto que no es casual, que yo odio absolutamente que sean irónicos, sarcasticos, "bromistas" conmigo.

lunes, 23 de agosto de 2010

alineado y balanceo

Hay momentos en los que por lo que sea, uno tiene que hacerse una especie de alineado y balanceo.

En realidad no se bien para que sirve, pero se que a mi auto le vendría bien uno, y repito tal como me dijeron, "para que no tiemble el volante cuando voy muy rápido, para que no se desgasten las ruedas tan rapido y de paso, la dirección sea más ligerita".

A mi auto y a mi.

No es una crisis, ni quiero dar detalles de mi vida que asumo que a nadie interesarán.
Pero si se que quiero "alinear y balancear" algunas cosas, tal como lo hice varios kilometros atras.

Algunas son:

*tiempo libre vs tiempo ocupado
*cantidad de energía gastada en "ponerle pilas" a una relación, como si una persona sola pudiera solucionar un problema que es de dos.
*¿que hago trabajando aqui? ¿donde más podría trabajar?
* ok, esto me gusta...¿por qué me gusta?
y el nuevo, incorporado en el kilometraje post 30........

* ¡¿ sera que me está picando en serio la historia de querer tener un hijo ??!!

sábado, 19 de junio de 2010

Saber soltar

Decía en el post anterior que una de las pocas cosas que me empecino en "retener, cuidar" no evacuar ni tirar" son las relaciones.

Quiero aprender a entender que asi como cada persona llega a la vida de alguien por algo, esa llegada tiene una duración.

Si ya compartimos, nos quisimos, nos divertimos, nos ayudamos, pero de repente pasaron los años y estamos en otra, y ya nos queremos si, pero no compartimos tantos lugares, valores, intereses... ¿puede el cariño ser razón suficiente para amarrar a una persona a la vida?

No lo se.

Concretamente, tengo un gran amigo, (uno de los pocos con los que no paso nada de nada y puedo jurar que no tuvimos ningun tipo de interés y me hace creer apenas en la amistad entre el hombre y la mujer)... les decía, tengo (o tenía) un gran amigo.
Durante muchos años creia que nadie podía entenderme de esa forma, compartíamos un sentido del humor muy "a la nuestra", opinabamos politicamente exactamente igual, que se yo, sus parejas y las mias siempre terminaban congeniando... en fin. Hace cinco años se fue a vivir a México.
Es claro, cada vez nos vemos menos, por la distancia, si.
Siempre decimos, "cuando vaya (vengas) nos ponemos al día", sin embargo, los últimos viajes hicieron que él logicamente vaya prefiriendo otras personas y que a mi me signifique un esfuerzo importante serle sincera.

Nuestras transparencias ya no están.
Ya ni nos comentamos por faceboook, y es claro que sus afectos son otros; y los míos también por supuesto.

No nos peleamos. Simplemente, la relación, la amistad, está cerrandose.
A mi me da pena y a veces, por el pasado, por lo vivido, quiero recuperarlo. Pero creo que no es natural, no es espontáneo.
Cuando era chica me sorprendia la cantidad de gente con la que mi mamá se encontraba en la calle y se abrazaban como grandes amigas y se despedían con un certero "nos tomamos un cafe si o si, no?" Y pasaba el tiempo y por supuesto el café no se concretaba.

Yo hoy hago mucho esto de prometerme volverme y recuperar la magia con amigos y compañeros con los que ya se corto una etapa! Compañeras del secundario, de la facu, de trabajos anteriores, vecinos, amigos de ex novios, etc...
Con las parejas el corte es un poco más sencillo, tiene una ceremonia, una lágrima, más o menos duro uno sabe la fecha de inicio y la de final, y puede decir "con Juan fuimos novios 2 años y 8 meses", "hace tres semanas que cortamos", etc.

Pero con otras relaciones queribles, ¿como se hace?
Hay que saber soltar?

viernes, 28 de mayo de 2010

Guardar vs Soltar

Escuche por ahi que las mujeres estamos en general hechas para "guardar y contener".
Que desde lo biológico venimos asi de marcadas, que el útero "acoge, recibe, contiene"; mientras que los varones vienen marcados para "largar y soltar".
La misma persona que elaboraba esta teoría decía también que las mujeres "guardamos todo", y la prueba es que muchas archivan

el ticket del restaurant de la primera salida
ropa que no les entra o pasada de moda pero por cariño o expectativa de volver a usarla
restos de comida en la heladera en mil tuppers
cosas rotas con la esperanza de arreglarlas
el cartoncito del rollo de papel higienico, los palitos de los helados, las latas de arvejas, cajitas de remedio por las dudas al hijo le pidan algo de esto en actividades prácticas (o tecnología, como le dicen ahora)

etc etc etc etc

Mucho de esto es cierto y lo veo en las congeneres que me rodean.

No me sentía incluida en esta categoría, ya que en general tengo bastante facilidad para desprenderme de las cosas que no estoy usando.
Tiro, regalo, hago desaparecer con gozo cualquier objeto que no hay sido usado en el corto plazo pasado.

Amo romper por la mitad apuntes, escritos, expedientes viejos. Algun día aspiro a comprarme una trituradora por el simple placer de ver las tiritas y el ruido de la destrucción.



Tal vez por formación reactiva a vivir con gente "guardadora".
Creo que mi madre algún día no entrará en su departamento por la cantidad de cosas insolitas que están copando lentamente su casa. Tiene cientos -no es exagerado, repito CIENTOS- de diarios y revistas viejos. Pienso que algún día estos cobraran vida, cambiaran la cerradura y  no la dejarán entrar.

El hombre-que-duerme-conmigo, por más determinación biologica a la descarga, él guarda y guarda. Medias rotas y calzoncillos, pelotitas de tenis pinchadas, cajas de CDs vacías, lapiceras y articulos de libreria varios (NUEVOS Y VIEJOS!!). Como no quiero quedarme yo sin vivienda, lucho por el espacio e intento tirar algunos de estos adminiculos.
Pero a veces se me hace dificil, cuando me manipula con otro tipo de rejuntes: los que supuestamente tienen valor emocional. Es asi que convivimos con un equipo de musica doble cassettera, con bandeja para discos de vinilo, que no anda nada por supuesto (o solo la radio), pero como era de su adolescencia, le trae hermosos recuerdos. O con doce (doce) cajas llenas de cassettes TDK con grabaciones ochentosas de la radio. O con libros de cuentos de Elsa Borneman, porque los leia a los 11.

Yo tuve recuerdos materiales, claro, pero no siento nada raro al desprenderme y sentirme más liviana!

El asunto es que cuando pensaba que estaba totalmente afuera de esta marca de género descubrí que hay algo peor que sigo tratando de "contener, guardar, conservar, mantener"

LAS RELACIONES.

La sigo en la próxima, porque en realidad, de eso quería hablar....

viernes, 14 de mayo de 2010

El secreto

Hay verdades y realidades que son solo para mi.
Verdades de ayer y de hoy.

En una época en la que todos disfrutan estar expuestos, yo disfruto escondiéndome.

Las mujeres tenemos la torpe tendencia a contarnos todo. Mis amigas, que son las del secundario -a pesar que egresamos hace quince años-, siguen creyendo que “todas nos tenemos que contar todo”, so pena de ser condenada como “traidora, cortada, muda, ingrata y desconsiderada” si alguien omite detalles de su vida privada –y la de su entorno-

Ingenuamente caí en esta algunas veces, y casi todas las veces me arrepentí.

Hoy veo que los secretos de mi vida me han acompañado creciendo y son testigos permanentes de mi vida. Puedo decir que les tengo cariño y afecto, y por eso no quiero que se vayan, no quiero que dejen de ser secretos, contándolos.

Hay secretos de todos colores, aromas y texturas.


Secretos rojos, algunas veces en las que creo morir por enrojecimiento de cachetes de solo imaginar que alguien puede saber un secreto “papelonezco”. Como esa vez a los 12 años, cuando hice una lista de temas de conversación “piolas” para tener de machete cuando me hablaban por teléfono algunos intentando un levante y para evitar el pánico al silencio total. (era muy tímida y tenía fobia a los silencios en las conversaciones).

Secretos blancos, cuando veces muero de pánico total, y me palpita el corazón de la culpa y la satisfacción cuando recuerdo mis “canitas al aire pirateras”. Imagino el final total de la calma que hoy tengo en mi pareja si estos secretos estallasen.

Secretos rosados, como que más de una vez tengo fantasías con mi jefe o con el marido de una amiga. No sexuales precisamente, pero si más de una vez secretamente pienso –como en las pelis románticas - que podríamos “estar realmente hechos el uno para el otro.”

Secreto patético, que trato de intentar perrear como Emilia Atias frente al espejo mientras grito “rakatá, rakatá si se me pega voy a darle…”; pero delante de gente sigo sosteniendo con seriedad que no escucho otra cosa que rock nacional de los ’80.

Un secreto colorinche, es este blog. Me escondo para que nadie sepa que escribo y leo en la web. Borro el historial, las cookies y cuanta evidencia pueda existir. Y lo disfruto con adrenalina. Es mi secreto, y también lo es el tiempo que me dedico a leerlos a ustedes.

Será obviedad, pero cada vez más vuelvo a comprobar que la única forma que un secreto siga siéndolo, es no contarlo.

viernes, 30 de abril de 2010

21 días sin garchar: avatares de la chica que creía ser "cosmo"

Por enojos, por ausencias, por odio, por stress, por cansancio, por rutina, por gente en casa, por neurosis, por una breve enfermedad, por esto y mucho más, señoras y señores: hace 21 días que no tengo sexo.

Me animo a admitirlo, me la banco ¿y qué?

La literatura que más dañó mi cabeza fue - al igual que a muchas congeneres-, los cuentos de princesas durante la infancia.

Durante la adolescencia y juventud universitaria, debo decir, la Cosmopolitan.

Cuando creí que había logrado zafar del mandato y deje de esperar que los sapos se convirtieran en principes,

descubro que adquirí la premisa de "ser una geisha total", o una "chica Cosmo".
Complacer a mi chico, estar siempre dispuesta, multiprgasmo, disfrutar, gritar, hacer gritar, conjuntos sexies, disfraces, y no se cuanta parafernalia ninfomana.

Junto con esto, vino la exigencia de aumentar la performance, (más tiempo, mejores poses, etc.), lo que combinado con mi personalidad competitiva y autoexigente, terminó siendo un carnaval para el chico, y un orgullo para mi.

Ahora, por lo que fuere, estoy en una epoca de vacas flacas y de sequía.

21 días sin garchar. Contados con el almanaque en mano.

¿Estoy sola? No, alguien duerme a mi lado todas las noches; y sus zapatillas y jeanes siguen tirados donde corresponde.

En estas tres semanas de no tocarnos, me pregunté al estilo Tennenbaum, "¿Qué nos pasó?", o mejor dicho "¿Qué nos está pasando?".

Analice mil respuestas, por suerte no lo lleve a conversación. En un embole total la charla "¿Que nos pasa?". Más cuando estuvimos de crisis total hace poco, y esta charla era casi una sesión parlamentaria.

Y saben que? No me importa tanto!

Prefiero relajarme, no tengo tantas ganas ahora, me dio frio, me da sueño, ¿está tan mal?

Así como algunas se rebelan de su mandato de ser excelentes esposas y amas de casa,

no puedo relajarme y dejarnos "de vacaciones de garche" sin culpas, una vez al menos en 8 años de dormir amontonados?

Creo que hay mucha hipocresía y mucha mala prensa a esto, por eso me animé a ponerlo en el titulo. Por que jamas -JAMAS- lo diría cara a cara de nadie, menos me bancaría las caras de "mmm, pobre....", y pego al que me diga con cara libidinosa (esto incluye COMENTE), "no se como haces...nosotros hace 15 años juntos y meta y ponga todos los días..!!"

YO NO AHORA.

¿y que?


Al menos me sirve para actualizar el blog, no?

miércoles, 28 de abril de 2010

De psicologos y padres

No entiendo porque será que a los psicologos les gusta guiar nuestras reflexiones a culpar de todo a nuestros padres. Tampoco me interesa estudiar ni entender sus lógicas. Prefiero confiar en que "algo saben", que tienen una explicación profunda y cientifica sobre nuestras conductas; para no creer -como en el fondo sospecho- que es la charla con una amiga más cara de la semana.
Si ya me tuve que enterar que los Reyes Magos no existen, por favor no me digan que los psicologos no saben.
Parecería que cuando nombro a mi madre o padre, mi psico disfruta y le brillan los ojos pensando que encontró "la direccion de la cura" (no se que es, pero escuche a un par hablar de eso y me gustó. No me avisaron que colectivo me lleva a esa dirección, pero al menos voy a usar ese el término).

Hoy le di con el gusto y hablé a destajo de mi madre y de sus "mandatos" (que tul, otra palabrita técnica al parecer)

Con mi mamá tuvimos las más duras contiendas durante toda mi adolescencia, me ubiqué en el mundo de la forma opuesta a la que ella hubiera imaginado, me dediqué a defender mi territorio a capa y espada, evitando siempre, portazos y gritos mediante, que me invadiera.

De más grande, cerca de mis 32 y sus 63, y con mucha sangre derramada mediante, más agua que corrió por el río; con varias derrotas encima, podemos decir que nos reconciliamos de verdad, aunque tal vez nunca nos habíamos peleado de verdad.
Y resulta que ahora, nos divertimos juntas, compartimos, charlamos como adultas, pensamos igual en casi todo, consideramos que en el mundo "todos son unos boludos", salvo ella, salvo yo, está claro.
Le agradecí mucho a la terapia de mi madre por sus avances: está más relajada, más piola, más madura.
Podríamos decir que cambió, y que eso hizo que nuestra vida sea hoy más sencilla.

Sin embargo, creo que si debo ser honesta con usted que me está leyendo hasta aqui...
...creo que fui yo la que cambie y soy  la que me voy haciendo, en cada minuto, en cada día,



cada vez más parecida a ella.